¿Es la falta de atención el gran mal de nuestros días? A lo largo de un día una persona tiene entre 60.000 y 70.000 pensamientos, y cada vez más los docentes deben buscar estrategias diversas para poder mantener la atención de los alumnos.

Hay que tener en cuenta que cuando hablamos de atención cada persona es diferente. Y que hay mil factores que afectan a nuestra atención: estado anímico y emocional, entorno, momento del día, intereses, preferencias personales…, por eso no se puede pretender que la solución sea como una fórmula matemática del tipo:

Actividad Z x 5 minutos = Activación de la atención

También existe la idea general de que la relajación, la meditación, la respiración, el yoga… son herramientas útiles para centrar la atención. Es cierto que ayudan a calmar y a estar más tranquilos y que pueden facilitar que estén más atentos tras disfrutar de una sesión, pero hay que ser un profesional para dirigir una y que esta sea efectiva. Siempre se puede, de forma puntual, traer a una persona experta al aula que realice una sesión de meditación, relajación… para que el alumnado pueda ir conociendo otras estrategias para gestionar su día a día. Está bien ofrecer en la escuela varias alternativas y proporcionar experiencias diversas para que cada alumno pueda descubrir qué le gusta y qué le funciona.

La propuesta de hoy puede parecer un poco arriesgada, pero: ¿Qué es lo que gusta a casi todo el alumnado? Jugar. Y una buena manera de aprender y captar su atención es precisamente a través del juego. Seguro que alguien está pensando, a ver, ¿vienen de jugar del recreo y para centrar su atención debemos darles un juego? Exacto. 

El alumnado lo que quiere es jugar y divertirse durante todo el día. Y más cuando vienen del recreo, donde se lo han pasado bien, y seguro que este rato se les hace muy corto, y hay que ofrecerles la posibilidad de seguir jugando durante unos breves minutos para promover que se interesen por la siguiente actividad y se concentren.

¿Qué juegos podemos proponer para centrar la atención?

No se está haciendo referencia a cualquier tipo de juego, sino a aquellos que requieren concentración, calma, observación, atención… para resolverlos, pero que a la vez no dejan de ser un juego. Evidentemente, primero habrá que tener en cuenta la edad del alumnado con el fin de ofrecerles juegos adecuados a sus intereses y, en segundo lugar, a sus capacidades.

La finalidad de introducir estos juegos es, por un lado, potenciar las anteriores capacidades (concentración, calma, observación, atención…) y, por otro, hacer la transición entre el recreo, que es un espacio de movimiento y juego, y el aula, donde en ciertos momentos es necesario promover la calma y la atención. Todo ello se puede conseguir con un elemento común entre los dos espacios: el juego.

Propuesta de juegos y actividades lúdicas

A continuación, proponemos un listado de juegos y actividades lúdicas con los que seguro que has jugado en algún momento de tu vida y que pueden servirte de ayuda para centrar la atención del alumnado tras el recreo:

  • Buscar las diferencias entre dos imágenes, buscar a Wally.
  • Sopas de letras, sudokus, crucigramas.
  • Cubo de Rubik.
  • Rompecabezas, Memory.
  • Plantear un enigma o proponer un reto breve a los alumnos que les requiera esfuerzo y concentración.
  • Buscar al intruso en un conjunto de elementos.
  • Completar un dibujo inacabado.
  • Diferentes juegos auditivos, como reconocer animales o instrumentos musicales por su sonido. Y con el alumnado más mayor, pueden grabarse sus voces y reconocer las de los compañeros o las del profesorado.
  • Laberintos.
  • Lectura libre, sobre todo la compartida, donde cada alumno lee una parte del texto y les obliga a estar más atentos. En el caso de infantil, un cuento es una buena propuesta para centrar su atención después del recreo.
  • Si prefieres una app, existe Math fight, que es para competir entre dos alumnos a nivel matemático para ver quién es más rápido resolviendo operaciones (hay que vigilar estas actividades de tipo competitivo, porque pueden alterar mucho a los alumnos si no saben manejar bien el hecho de ganar o perder).

Es importante ofrecer juegos diferentes a los alumnos, ya sea para que puedan escoger el que quieran realizar ese día o para que cada día se ofrezcan propuestas diferentes de juegos. Esto es importante para que este momento del juego, al regresar al aula, sirva para mantenerles la motivación a lo largo del tiempo y también para dar a todo el alumnado la posibilidad de desarrollar diferentes habilidades en los juegos.

¿Qué te parece utilizar breves juegos para centrar la atención en el alumnado? ¿Utilizas otras estrategias para recuperar su atención? ¡Cuéntanoslo!