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El trabajo por proyectos o ABP (aprendizaje basado en proyectos) es una herramienta educativa muy útil para que los alumnos pongan en práctica sus conocimientos, permitiéndoles mejorar de manera activa. Sirve en todas las etapas del aprendizaje y ayuda a desenvolupar las dotes colaborativas de cada alumno. 

Desde hace un tiempo se está convirtiendo en uno de los métodos más de moda dentro del ámbito escolar, al permitir que los profesores fomenten la autonomía de los alumnos sin dejar de mantener un seguimiento cercano e individualizado con cada uno. ¿Quieres conocer las ventajas de trabajar por proyectos? Te las contamos.

Qué es el trabajo por proyectos y para qué sirve

Una respuesta podría ser: » El trabajo por proyectos sirve para mejorar el aprendizaje de los alumnos». Pero con esta respuesta no vamos a la raíz de la pregunta. Y eso nos hace tener que preguntarnos: «¿Qué hay que mejorar en la educación y qué hace que el alumnado aprenda?». Es importante pensar en la finalidad de la educación, en lo que hacemos día a día, antes de decidir la aplicación de cualquier metodología educativa.

Creemos en una educación orientada a la funcionalidad para la vida, es decir, que todo lo que aprendemos debe servir para desarrollarnos, vivir y convivir en nuestro entorno, sociedad, país, continente… Esto implica un aprendizaje para el ejercicio de un trabajo (ya que es el sistema de subsistencia en nuestra sociedad), pero también para la convivencia en familia, con amigos, con desconocidos; para la autonomía personal y para saber movernos por el mundo, considerando que lo podamos ejercer con sentido crítico y con respeto hacia los demás. Todo esto es lo que nos determina a la hora de elegir cómo queremos que aprendan nuestros alumnos y lo que define, al final, en qué consiste el trabajo por proyectos.

Cómo funcionan los proyectos ABP

En el caso del trabajo por proyectos, buscamos que los alumnos aprendan los conceptos, procedimientos y actitudes necesarios para hacer frente a todo esto que les espera, es decir, ser competentes en su día a día. Pero, ¿como se aprende a ser competente?

Pues de la misma manera que se aprende, por ejemplo, a jugar al fútbol: practicando la técnica, equivocándose y jugando al fútbol. Por lo tanto, practicando y aplicando las competencias. Desde la escuela tenemos la oportunidad de proporcionar situaciones de aprendizaje donde los alumnos practiquen y apliquen sus competencias, y en consecuencia, las desarrollen y fortalezcan.

Trabajar por proyectos, el aprendizaje como un reto

En el trabajo por proyectos se plantean situaciones donde los alumnos deben dar respuesta a un problema o reto con las mismas variables y condiciones que nos podemos encontrar en nuestro entorno fuera de la escuela (lo que solemos decir «en la vida real «), pero con los beneficios del control de la situación y la minimización de los daños, ya que, en caso de error o de actuar con una conducta no apropiada, tienen el apoyo docente que les ayuda y orienta a encontrar el camino más conveniente para cada caso.

Hay que percibirlos como entornos seguros en los que el alumno debe sentirse motivado para participar, aportar y ofrecer soluciones. Por eso, el reto o enigma debe resultar estimulante, para captar su atención. ¡Hay que decir adiós al clásico problema del tren que sale de Cuenca contra el que sale de Badajoz!

Ventajas de trabajar por proyectos

Esto es todo lo que el trabajo por proyectos puede aportar en el aula, tanto a nivel docente como en el alumnado:

  • Ofrece una autonomía controlada: el alumno debe organizarse para superar un reto que, a su vez, está diseñado y monitorizado por el tutor.
  • Fomenta el orden: para lograr su objetivo, el alumno entenderá que es importante establecer unas dinámicas de trabajo que faciliten cada tarea.
  • Sirve fuera del aula: en muchos sentidos, es un tipo de aprendizaje que sirve para las cuestiones del día a día.
  • Se aprende más y mejor: ofreciendo cierta responsabilidad al alumno, es más fácil que aprenda, y con este sistema se pueden integrar varias asignaturas. 
  • Abraza lo digital: el trabajo por proyectos contempla el uso de herramientas TIC que faciliten todo lo referente a la organización del trabajo, la formación de equipos y demás.

En resumen, los proyectos deben considerar unas características que permitan al alumnado ajustarse a estas situaciones de práctica y aplicación de las competencias para la vida, para alcanzar un fin que no sólo quiere mejorar el aprendizaje de los alumnos, sino también hacerlos capaces de hacer frente a su día a día y en su vida como niños/jóvenes y futuros adultos.

¿Quieres crear tu primer proyecto ABP? A continuación te dejamos con un vídeo que te ayudará a conseguirlo.

¿Has aplicado el trabajo por proyectos alguna vez? ¿Conoces otras técnicas de aprendizaje igual de interesantes? ¡Coméntalas a continuación!

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