5min

Con la integración y el desarrollo del aprendizaje competencial, nos damos cuenta de que acciones y procesos que antes hacíamos ya no nos sirven, y un caso muy evidente es la evaluación.

Esta ha cambiado para ser formativa, es decir, tiene como objetivo el seguimiento del alumnado y revisar cómo este va aprendiendo con el fin de ayudarle a seguir aprendiendo más y mejor. Para realizar esta tarea, necesitamos nuevas herramientas y recursos que nos faciliten este seguimiento del aprendizaje, por lo que hoy os hablaremos de la carpeta de aprendizaje o portafolios.

¿Qué es la carpeta de aprendizaje o portafolios?

La carpeta de aprendizaje o portafolios es la recopilación de los aprendizajes que el alumnado va realizando durante todo el curso, es decir, incluye las actividades o trabajos que ha realizado, pero también, y de manera imprescindible, las reflexiones que hace sobre lo que ha aprendido.

En la carpeta de aprendizaje o portafolios el alumnado recoge lo que ha aprendido y cómo lo ha aprendido, por lo tanto, es también una herramienta muy potente para el desarrollo de la competencia de aprender a aprender y de su autonomía. Sin embargo, las primeras veces que el alumnado utiliza el portfolios deberá ser de modo más pautado y guiado hasta que este aprenda a usarlo como una herramienta de autoaprendizaje.

¿Es lo mismo la carpeta de aprendizaje que el dosier de aprendizaje?

Es posible que hayáis buscado o bien oído hablar alguna vez del dosier de aprendizaje, e incluso que hayáis podido llegar a pensar que carpeta y dosier de aprendizaje eran palabras sinónimas, pero en realidad no lo son, ya que entendemos que el dosier de aprendizaje es la recopilación de los trabajos realizados en el aula, lo que tradicionalmente conocemos como “álbum”, mientras que la carpeta de aprendizaje incorpora la reflexión del alumnado sobre lo que está aprendiendo y, por lo tanto, debe utilizarse para hacer el seguimiento del alumnado como herramienta de su autoaprendizaje o como herramienta de evaluación formativa por parte del profesorado.

¿Qué apartados debe incluir la carpeta de aprendizaje o portafolios?

No hay una estructura predeterminada y estandarizada que deban seguir todas las carpetas de aprendizaje o portafolios, sino que, por el contrario, debe ser una herramienta personalizada para el alumnado y por las circunstancias en las que se utiliza. Solo hay dos características con las que sí debe cumplir toda carpeta de aprendizaje o portfolio:

  • Debe recoger las evidencias del aprendizaje del alumnado, es decir, las actividades mediante las cuales ha aprendido unos contenidos determinados o ha alcanzado unos objetivos y competencias concretas.
  • Debe incluir las reflexiones del alumnado sobre lo que ha aprendido y cómo lo ha aprendido, es decir, al finalizar las actividades se deben promover preguntas como “¿qué sé ahora?” “¿qué pienso sobre…?” “¿para qué sirve lo que he aprendido?”, etc.

Por otro lado, aunque no es imprescindible, sí se recomienda que el alumnado incorpore los objetivos de aprendizaje a su portafolios, ya que de este modo durante todo el proceso de aprendizaje dispone del referente de lo que debe aprender y hasta dónde tiene que llegar. También se recomienda incluir los criterios o indicadores de evaluación que utilizamos para evaluar el aprendizaje del alumnado y que normalmente compartimos con ellos al inicio de cada unidad didáctica.

Otros apartados que se pueden incluir son un glosario con las palabras nuevas aprendidas, noticias o vinculaciones del contenido aprendido en la vida cotidiana, fotografías de las actividades realizadas, autoevaluaciones y evaluaciones del trabajo en grupo, etc. No hay que caer en el error de hacer portafolios extremadamente grandes, ya que esto impediría su objetivo primordial: que alumnado y profesorado puedan hacer el seguimiento de los aprendizajes.

¿Cómo se elabora la carpeta de aprendizaje o portafolios?

Para empezar a utilizar la carpeta de aprendizaje o portafolio, primero habrá que decidir tres elementos básicos:

  • Si será virtual, y, por lo tanto, crearemos un dosier digital de aprendizaje, o si tendrá un formato más convencional, como libreta, carpeta, diario…
  • Pactar con el alumnado los apartados a incluir en el portafolio (tenéis una propuesta en el apartado anterior del post).
  • Decidir si el alumnado presentará su portafolios al resto de compañeros.

Con todas estas premisas, al final cada centro y, sobre todo cada alumno, acabará construyendo su propio portafolios educativo totalmente personalizado. Un ejemplo lo podemos encontrar en este portafolios, en el que, además de introducir las respuestas a los ejercicios planteados en el aula, también se han añadido otros apartados, como páginas web, vídeos, esquemas resumen, aprendizajes realizado…

¿Cómo introducir la carpeta de aprendizaje o portafolios?

Antes de empezar a utilizar la carpeta de aprendizaje, o portafolios, debemos tener en cuenta que más allá de pequeñas prácticas o pruebas que podamos hacer para aprender a utilizarla, su uso debe ser a largo plazo y lo más interdisciplinario posible. Así, un buen momento para empezar a utilizar la carpeta de aprendizaje o portafolios es, por ejemplo, en los proyectos que trabajamos en las aulas durante todo un trimestre o todo un curso, ya que la metodología propia de los proyectos incita al alumno a hacer reflexiones y autoevaluaciones que le ayuden a regular el aprendizaje durante el proyecto.

Estamos hablamos de que la carpeta de aprendizaje, o portafolios, debe ser lo más interdisciplinaria posible, ya que es una herramienta propia del alumno y no del área o materia en concreto, y, por lo tanto, debe favorecer que el alumno establezca conexiones entre los contenidos de las diferentes áreas o materias. Ahora bien, entendemos que llegar a hacer este uso de la carpeta de aprendizaje o portafolios pueda inicialmente ser únicamente en un área o materia concreta.

Una vez decidido dónde y cuándo se introducirá el portafolios, en un principio deberemos proporcionar pautas sobre cómo y cuándo usarlo, por ejemplo, proporcionando las preguntas o modelos para la autoevaluación o haciendo reflexiones conjuntas con todo el grupo clase sobre lo que hemos aprendido, es decir, será necesario hacer una buena guía por nuestra parte hasta que el alumnado sea autónomo en su uso.

Para terminar...

La carpeta de aprendizaje o portafolios nos ayudará a nosotros como docentes, pero también a nuestro alumnado, a hacer el seguimiento de los aprendizajes competenciales. Es una herramienta útil para el desarrollo de la competencia de aprender a aprender, ya que facilita en los alumnos la reflexión sobre qué han aprendido y cómo lo han aprendido, y, por lo tanto, favorecerá la propia regulación de los aprendizajes.

Como docentes, deberemos hacer el seguimiento de las carpetas de aprendizaje y portafolios que van generando nuestros alumnos y, junto con otras tareas de seguimiento individual efectuadas en el aula, nos facilitará la implementación de un tipo de evaluación más propia de los aprendizajes competenciales: la evaluación formativa.

Si además queréis ver una experiencia de uso de portafolios educativo ligado a la evaluación, os dejamos el siguiente vídeo:

Para saber más...

Si os interesa profundizar en distintas metodologías del aprendizaje, os recomendamos echar un ojo al curso online de Doqua sobre el Trabajo por proyectos.

Y vosotros, ¿qué opináis sobre las carpetas de aprendizaje? Comentad vuestras ideas y compartid con nosotros vuestra experiencia.

También os puede interesar: