En nuestras aulas nos encontramos con una gran diversidad de alumnos con capacidades e intereses diferentes. Y una de las maneras de dar respuesta a esta diversidad desde una mirada inclusiva es el aprendizaje cooperativo.

Como ya sabéis, y  , el aprendizaje cooperativo puede considerarse como un conjunto de estrategias didácticas diseñadas con el fin de mejorar la práctica educativa y, por lo tanto, también el proceso de aprendizaje de los alumnos.

Así, las principales finalidades del aprendizaje cooperativo son:

  • Lograr la participación de todos los alumnos según sus posibilidades.
  • Favorecer e impulsar la interacción de todos los alumnos de modo que interactúen positiva y constructivamente.
  • Promover que los miembros de un mismo equipo se ayuden para conseguir un objetivo común.

En este post explicaremos algunos ejemplos de estrategias cooperativas para introducir en los inicios de las unidades didácticas (UD), para que desde el primer momento podamos motivar a los alumnos a participar y a interesarse más y mejor por sus propios aprendizajes y por los de los compañeros de equipo.

¿Cómo podemos favorecer la implicación y la motivación de nuestros alumnos en los inicios de la unidad didáctica?

A grandes rasgos, al inicio de una unidad didáctica o de un proyecto diseñamos actividades con el fin de:

  • Presentar los contenidos a trabajar.
  • Conocer las ideas previas de los alumnos.

Hay varias estrategias y técnicas cooperativas que se pueden utilizar en diferentes momentos de la UD o del proyecto; sin embargo, existen estrategias más simples y dinámicas, pero también técnicas más complejas que requieren cierta experiencia por parte de los alumnos y del profesorado.

A continuación, describiremos tres estrategias que contribuirán a incrementar la motivación de los alumnos al inicio de la UD.

Folio giratorio

Con esta estructura se puede hacer una exploración de conocimientos previos al inicio de un proyecto o unidad didáctica.

La actividad se puede iniciar dando un único folio a cada equipo cooperativo. 

El/la maestro/a encarga a los equipos que escriban algunas palabras clave o frases cortas sobre el tema que se empezará a trabajar, de modo que puedan indicar qué saben.

Así, un miembro del equipo comenzará a escribir su parte en un folio giratorio, y cuando haya escrito la palabra clave o la frase, pasará este folio al compañero de al lado (siguiendo la dirección de las agujas del reloj) para que escriba su aportación. Y así sucesivamente hasta que todos los miembros del equipo hayan participado en la tarea.

Se recomienda que cada miembro del equipo tenga un lápiz o bolígrafo de color diferente y que elaboren a pie de página una pequeña leyenda con el color que pertenece a cada alumno. De este modo el docente podrá saber cuáles son las ideas previas de cada alumno.

Juego de palabras

Otra manera de presentar los contenidos a trabajar en una propuesta didáctica es a través del juego de palabras.

Esta estructura cooperativa consiste en que el docente indique algunas palabras clave relacionadas con los contenidos a trabajar.

En ese momento se pide a los alumnos que (individualmente) escriban una frase que tenga sentido sobre alguna de las palabras clave.

Seguidamente, cada miembro del equipo expone su frase al resto de compañeros y entre todos la mejoran, rectifican, llegan a un acuerdo, etc.

Una vez todos los alumnos de los diferentes equipos han compartido y mejorado sus frases las expondrán al resto del grupo clase, y a partir de ahí ya se podrá empezar a trabajar más concretamente el desarrollo de la propuesta didáctica.

Conocemos palabras juntos

Mediante esta actividad se favorece la exploración de conocimientos previos de los alumnos y al mismo tiempo se van introduciendo los contenidos a trabajar.

En esta estructura el docente reparte un papel para cada alumno con palabras diferentes sobre el tema que se empezará a trabajar. 

Dentro de cada equipo, cada alumno comenzará a explicar el significado de la palabra que le haya tocado, por lo que deberán asegurarse de que todos los compañeros acaben conociendo su significado.

Si para los alumnos las palabras son complejas o desconocidas, se les facilitará un diccionario o conexión a internet para que puedan buscar su significado.

Una vez todos los miembros de cada equipo han compartido el significado de su palabra y se han asegurado de que cada compañero la conoce y es capaz de explicarla, el docente asigna un número a cada alumno del grupo clase.

Una vez ha asignado el número, hará una pregunta relacionada con una de las palabras clave para pedir su significado y dirá un número al azar, y el alumno que tenga asignado ese número deberá responder explicando cuál es el significado de la palabra.

Para enfocar la actividad como si fuera un concurso, se pueden dar puntos a cada equipo en el caso de que la respuesta que dé cada alumno sea correcta.

Tal y como hemos visto, hay varias maneras de presentar los contenidos a trabajar al principio de una unidad didáctica o proyecto, y diferentes estrategias para explorar los conocimientos previos de los alumnos.

Se trata, por lo tanto, de favorecer la participación de todos desde un inicio para fomentar su implicación e interés por el propio aprendizaje y por el de los compañeros.

Para saber más...

Si te interesa profundizar más en el aprendizaje cooperativo, no dudes en apuntarte al curso en el que explicamos cómo aplicarlo en el aula.

¿Utilizas estrategias cooperativas para el inicio de una unidad didáctica? ¿Se trata de alguna de las que hemos propuesto en el post o quizás alguna otra? Explícanoslo y así compartiremos conocimientos entre todos

Más información:

  • Kagan, S. (1985). Cooperative Learning. California: Resources for Teachers, Inc.
  • Kagan, S. (2015). 59 Kagan Structures: Poven Engagement Strategies.